domingo, 30 de diciembre de 2007

EL BAILE DE LA PASION




Así se baila el tango(1942)


Letra: Marvil (Elizardo Martínez Vilas)


Música: Elías Randal


Qué saben los pitucos, lamidos y shushetas; qué saben lo que es tango, qué saben de compás. Aquí está la elegancia, ¡qué pinta, qué silueta! ¡qué porte, qué arrogancia, qué clase pa' bailar! Así se corta el césped mientras dibujo el ocho, para estas filigranas yo soy como un pintor. Ahora una corrida, una vuelta, una sentada; así se baila el tango... ¡un tango de mi flor! ¡Así se baila el tango! Sintiendo en la cara la sangre que sube a cada compás; mientras el brazo, como una serpiente, se enrosca en el talle que se va a quebrar. ¡Así se baila el tango! mezclando el aliento, cerrando los ojos pa' escuchar mejor, cómo los violines le cuentan al fueye por qué desde esa noche Malena no cantó. ¿Será mujer o junco cuando hace una quebrada, tendrá resorte o cuerda para mover los pies? Lo cierto es que mi prenda, que mi peor es nada, bailando es una fiera que me hace enloquecer. A veces me pregunto si no será mi sombra que siempre me persigue, o un ser sin voluntad. Pero es que ya ha nacido así, pa' la milonga, y, como yo, se muere, se muere por bailar...


TANGO SHOW LATINO


PRESENTACION ARTISTICA DE : TANGO, FOX, MILONGA, SALSA, MAMBO ETC.


TANGO "SHOW LATINO"

El tango en la terapia familiar


por Amilcar Ciola (*) y Marcelo R. Ceberio (**)
El tango, como danza argentina, se ha difundido y echado raíces en diferentes partes del mundo. La Terapia Sistémica, por su parte, a pesar de poseer otros orígenes, ha penetrado profundamente como modelo de psicoterapia en nuestro país.
En numerosas oportunidades se ha parangonado la psicoterapia con el arte de una danza de interacciones. Porqué no concebirla como un tango?...

Cuando se baila el tango..., se debe esperar que la música empiece. En el primero, en el segundo, tal vez en tercer o cuarto compás, la pareja se lanza a la pista. Caminan juntos, una avanza, el otro retrocede. Giran. El que retrocedía, ahora avanza. El que avanzaba, retrocede.
Avanzar, retroceder, girar juntos y de acuerdo: un sistema ordenado.
Cuando se baila el tango, junto con otras parejas -al mismo tiempo y en la misma sala- la distancia y la proximidad se intuyen, se sienten. Sobretodo no hay que competir por el mismo espacio, o sea, no hay que chocarse.

Frenar como si no se frenase, elegantemente. Esperar que la otra pareja se desplace para desplazarse después.

Frenar, desplazarse, girar. Todo forma parte de un interjuego relacional organizado, complementario, armónico: un sistema complejo.

Tal como una escena de baile, la escena de la Terapia Familiar se desarrolla en los mismos términos. Una exquisita coreografía que se gesta y nos involucra desde el primer contacto.
Los integrantes de la familia llegan a la consulta. Se acomodan. Exploran de diferentes maneras el lugar. Se miran y observan al terapeuta, aunque en algunas oportunidades el dolor y la angustia no permiten esa libertad de mirada.

Empieza la danza como comienza en la pista de baile: se inicia el juego de miradas: escrutadoras, interrogantes, seductoras y cómplices, de

invitación, de rechazo o de aceptación.
El silencio del comienzo da paso al leguaje de los gestos, mientras la música de las palabras comienza a sonar.

Alguien toma la iniciativa. El miembro más implicado ... o no. Aquella madre que ansiosa solicitó la entrevista. El padre circunspecto que comienza a dar cátedra. El hermano distante, que intuíamos estaba más al margen. La hermana sensible y emotiva, ante la que el terapeuta se pregunta: "dónde puse los pañuelos de papel?".

En este salón de baile se encuentran también las otras parejas. Esas que representan las familias extendidas y creadas, los vecinos, los amigos, los amantes, los otros profesionales que intervinieron en la situación crítica. Los malos y los buenos. Acompañantes y perseguidores. Solidarios y ayudadores. ¡Cuántos contextos intervienen en esta red social! Cuántas parejas para esta misma sala...!

Hay tangos diferentes (1) : algunos "canyengues" (2), con cortes y quebradas, ganchos, ochos y sentadas. Otros, aristocráticos, burgueses, tangos de salón aseptizados. Todos portadores de creencias y valores distintos.


¿Cuál es el tango que baila la familia? El terapeuta observa, escucha, intenta comprender el universo de significaciones en el que se desarrolla el problema familiar.

Se acerca curioso, hasta ingenuo, ensayando bailar de acuerdo al contexto al que pertenece la familia.

Trata de bailar con cada miembro, Baila con todos. Hace que dancen entre ellos. Pero el tango sólo puede bailarse cuando el vínculo se establece, cuando se produce esa amalgama de interacciones complementarias, caso contrario, el tango no es tango, es una sucesión de tropezones.

Las interacciones son pautadas por las intervenciones, al mismo tiempo que estas surgen las interacciones. Así, en forma sucesiva: la armonía.
Describamos uno de los tangos posibles: un terapeuta provoca y confronta, entonces, una madre se enoja. Su hija le ofrece su mano contenedora. Aquella hija que nunca pudo acercarse afectivamente.
El hijo mira en forma desinteresada esta acción. Encierra su bronca por el desplazamiento y busca desesperadamente la alianza con otro miembro. Se encuentra solo en la pista, todos han formado pareja y él se ha quedado sin poder bailar la pieza. Deberá cambiar su estilo de interacción, de lo contrario volverá -en este nuevo juego relacional- a estar solo y abandonado.

Más tarde, el terapeuta observa al padre que mira al suelo, se sienta a su lado e invita al hijo que se aproxime. Se acerca reticente, toma tímidamente el brazo de su padre, que lo abraza acariciándole la cabeza.
Connota positivamente estas actitudes que redefinen el vínculo. Sus compañeros detrás del espejo se emocionan y le señalan que tome un poco de distancia, lo ven demasiado implicado.

Desplazarse, avanzar, retroceder, frenar, girar juntos, ocupar otros espacios. Bailar un nuevo tango.

Lejos de esta pista, lejos de esta danza, más allá de este contexto, otros modelos de conocimiento y sus acciones consecuentes, dan relevancia a otros contextos que se influencian recíprocamente.

Esta danza de contextos pocas veces se parece a un tango, muchas otras se asemeja más a una lucha desesperada por conquistar y mantener territorios, espacios y significados.

Médicos ortodoxamente biologistas reniegan de los factores psíquicos de la enfermedad de sus paciente. Otros, centran su mirada en el individuo, relegando el entorno.

También están aquéllos que utilizan el método analítico en sus investigaciones. Suponen que la suma de las partes dará como resultado el todo, aislando el fenómeno en el intento de comprenderlo.
De esta manera, se continúa construyendo compartimientos estancos. Parece que resultara insoportable aceptar la inseguridad que proporciona la incertidumbre, renunciar a la objetividad y entender que no existe una realidad presupuesta.

Para bailar el tango de la terapia hay que respetar las piezas, las otras parejas que comparten la pista tienen que comprometerse en ese compartir la danza.

La danza de relaciones humanas puede mostrar una estética delicada, en ocasiones, grosera, hasta torpe, o prolija y en constante homeodinamia.
El terapeuta se inserta en ella. Introduce información nueva, genera diferencias, propone nuevos pasos, induce nuevas figuras que posibilitan el surgimiento de otras narrativas.

Pero por sobre todo, imprime la pasión. La pasión que como sentimiento, permite introducir el afecto en el vínculo, acercarse con la mirada (a veces con el cuerpo) y revestir la palabra con un énfasis determinado.
Desplazarse, avanzar, retroceder. frenar, girar juntos, ocupar otros espacios y bailar un nuevo tango, como la terapia, como la vida.

CAMBALACHE



Cambalache
de Enrique Santos Discepolo

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...(¡En el quinientos seisy en el dos mil también!).Que siempre ha habido chorros,maquiavelos y estafaos,contentos y amargaos,valores y dublé...Pero que el siglo veintees un desplieguede maldá insolente,ya no hay quien lo niegue.Vivimos revolcaosen un merenguey en un mismo lodotodos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismoser derecho que traidor!...¡Ignorante, sabio o chorro,generoso o estafador!¡Todo es igual!¡Nada es mejor!¡Lo mismo un burroque un gran profesor!No hay aplazaosni escalafón,los inmoralesnos han igualao.Si uno vive en la imposturay otro roba en su ambición,¡da lo mismo que sea cura,colchonero, rey de bastos,caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropelloa la razón!¡Cualquiera es un señor!¡Cualquiera es un ladrón!Mezclao con Stavisky va Don Boscoy "La Mignón",Don Chicho y Napoleón,Carnera y San Martín...Igual que en la vidriera irrespetuosade los cambalachesse ha mezclao la vida,y herida por un sable sin remachesves llorar la Bibliacontra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalacheproblemático y febril!...El que no llora no mamay el que no afana es un gil!¡Dale nomás!¡Dale que va!¡Que allá en el hornonos vamo a encontrar!¡No pienses más,sentate a un lao,que a nadie importasi naciste honrao!Es lo mismo el que laburanoche y día como un buey,que el que vive de los otros,que el que mata, que el que curao está fuera de la ley...

LA MAGIA DEL TANGO

El tango

Orígenes de la palabra: cosa de negros
Pese a estar fuera de discusión su origen bastante anterior al baile tal como se lo conoció a fines de siglo, muchas son las versiones existentes sobre la etimología del término tango.
Algunos lo muestran derivado del verbo latino tangere, que en español significa "tocar", en el sentido de "palpar" o "tañir", aunque entre la gran variedad de opiniones tienen más adeptos aquellas que mencionan el posible origen negro del término. En este sentido, serían de origen onomatopéyico "tango" y "tambo" y relacionada con esta última la palabra "tambor", designándose de este modo al instrumento de percusión manual, y por extensión nombre que se daba al baile practicado al ritmo de su sonido, el tam-tam o candombe de los bailes negros. Se señala que el bailarín le decía al candombero para que sonara su instrumento "tocá tango".
De esta manera, la palabra "tango" estaría abarcando tanto al lugar, como así también al instrumento y a la danza.
Orígenes sociales: un producto "orillero"
El tango, fenómeno cultural instalado geográficamente en la costa rioplatense, es producto de la combinación de lo criollo con los inmigrantes, quienes con su bagaje cultural realizaron un gran aporte a la formación de la cultura argentina. Esta mezcla de razas y costumbres en el arrabal de la ciudad generó una nueva cultura popular con lenguaje propio de la cual el tango es su portavoz.
Criollos e inmigrantes (entre ellos milicos licenciados, trabajadores de los mataderos, cuarteadores, carreros, artesanos, marineros y peones de las barracas) en su mayoría hombres solos, concurrían a boliches, prostíbulos y casas de baile en busca de diversión y compañía. En estos lugares marginales para el encuentro se mezclaban con rufianes, hombres de acción y guapos al ritmo de mazurcas, habaneras, polcas, valses y milongas, rudimentos de lo que en el futuro sería el tango criollo.
A fines de siglo el tango estaba prohibido en la cultura oficial y existía un complot de silencio en torno al género, que se vio obligado a permanecer en la oscuridad de esos barrios "orilleros" o marginales de la ciudad, donde ya era la música característica, formando parte de una especie de sociedad secreta. Esta subcultura, no admitida y hasta desconocida por las esferas oficiales dio origen al tango.

LA MAGIA DEL TANGO




El tango

Orígenes de la palabra:
cosa de negros
Pese a estar fuera de discusión su origen bastante anterior al baile tal como se lo conoció a fines de siglo, muchas son las versiones existentes sobre la etimología del término tango.
Algunos lo muestran derivado del verbo latino tangere, que en español significa "tocar", en el sentido de "palpar" o "tañir", aunque entre la gran variedad de opiniones tienen más adeptos aquellas que mencionan el posible origen negro del término. En este sentido, serían de origen onomatopéyico "tango" y "tambo" y relacionada con esta última la palabra "tambor", designándose de este modo al instrumento de percusión manual, y por extensión nombre que se daba al baile practicado al ritmo de su sonido, el tam-tam o candombe de los bailes negros. Se señala que el bailarín le decía al candombero para que sonara su instrumento "tocá tango".
De esta manera, la palabra "tango" estaría abarcando tanto al lugar, como así también al instrumento y a la danza.

Orígenes sociales:

El tango, fenómeno cultural instalado geográficamente en la costa rioplatense, es producto de la combinación de lo criollo con los inmigrantes, quienes con su bagaje cultural realizaron un gran aporte a la formación de la cultura argentina. Esta mezcla de razas y costumbres en el arrabal de la ciudad generó una nueva cultura popular con lenguaje propio de la cual el tango es su portavoz.
Criollos e inmigrantes (entre ellos milicos licenciados, trabajadores de los mataderos, cuarteadores, carreros, artesanos, marineros y peones de las barracas) en su mayoría hombres solos, concurrían a boliches, prostíbulos y casas de baile en busca de diversión y compañía. En estos lugares marginales para el encuentro se mezclaban con rufianes, hombres de acción y guapos al ritmo de mazurcas, habaneras, polcas, valses y milongas, rudimentos de lo que en el futuro sería el tango criollo.
A fines de siglo el tango estaba prohibido en la cultura oficial y existía un complot de silencio en torno al género, que se vio obligado a permanecer en la oscuridad de esos barrios "orilleros" o marginales de la ciudad, donde ya era la música característica, formando parte de una especie de sociedad secreta. Esta subcultura, no admitida y hasta desconocida por las esferas oficiales dio origen al tango.